Un Diagnóstico Inesperado

La vida de Marina tomó un giro inesperado cuando recibió la noticia de que su hijo Luca nacería con síndrome de Down.

A pesar del miedo inicial y la falta de información, Marina y su esposo decidieron enfrentar este desafío con amor y determinación.

Este camino no solo transformó su vida sino que también la impulsó a abogar por los derechos y la inclusión de las personas con síndrome de Down.

La Lucha por la Inclusión

La experiencia personal de Marina con Luca la llevó a identificar una serie de desafíos que enfrentan las familias en situaciones similares, especialmente en lo referente a la falta de preparación y sensibilidad en el ámbito médico y social.

Esta realidad la motivó, junto con Natalia Maidana, a impulsar un proyecto de ley  "DIAGNÓSTICO HUMANIZADO" que busca mejorar la forma en que se entrega el diagnóstico de síndrome de Down a los padres, enfatizando la necesidad de un enfoque humano y compasivo.

Un Proyecto de Ley Transformador

El proyecto, fruto de la colaboración con especialistas y basado en legislaciones y protocolos de otros países, fue presentado y aprobado, marcando un hito en la lucha por la dignidad y el respeto hacia las personas con síndrome de Down y sus familias.

Sin embargo, Marina subraya la importancia de que las provincias argentinas adhieran a la ley para garantizar su efectiva implementación a nivel nacional.

Un Mensaje de Amor y Esperanza

Marina enfatiza el orgullo y la felicidad que Luca ha traído a su vida, desafiando los prejuicios y mostrando que la discapacidad no define a la persona. Su mensaje para la sociedad es claro: acercarse y tratar con amor y paciencia a las personas con síndrome de Down, reconociendo sus capacidades y su valor único como individuos.

Hacia un Presente y Futuro de Inclusión

La historia de Marina Comba es un recordatorio poderoso de cómo el amor, la perseverancia y la acción colectiva pueden transformar vidas y sociedades. En este Día Mundial del Síndrome de Down, su testimonio nos inspira a trabajar juntos por un mundo más inclusivo, donde cada persona sea valorada y celebrada por su singularidad.

Marina y Luca, con su fuerza y su luz, nos muestran que detrás de cada diagnóstico hay una historia de amor, esperanza y posibilidades infinitas. Su lucha es un llamado a abrir nuestros corazones y mentes, y a ser parte de la construcción de una sociedad donde todos tengamos lugar.