La familia Aguirre, ayer por la tarde sufrió un incendio total de su vivienda ubicada en 25 de mayo al 770, donde hoy la limpiaron y recibieron muchas donaciones. Gisela hacía tres días que estaba en la cama, enferma con fiebre y gripe. Se levantó a recibir la visita de su amiga. Al dirigirse a la puerta, sentía un olor extraño y un aparato de su habitación hizo una chispa, la cual comenzó el fuego. Salió corriendo y sacó a sus hijos de su habitación, junto a su amiga. Volvió a intentar apagar el fuego pero no pudo. Opinó: “Estaba muy nerviosa”. “Dentro de todo estuve muy consciente, porque mi amiga frenó a una chica de la calle y yo escuché, salí y agarré el teléfono de la chica para pedir ayuda”. “Los chicos de los Bomberos se merecen el cielo por la tarea que hicieron”. Sus hijos están en el Hospital Abel Ayerza, al igual que ella pero en distinta sala; les darán el alta médica hoy al mediodía. El más grande tiene doce, Mateo nueve, Juli siete y Ale cumplirá tres años la próxima semana. Todos (excepto Ale) concurren a la escuela Patricias Argentinas. Junto a los docentes, vecinos y amigos realizaron una campaña para donarles ropa. Al respecto, agregó: “Les agradezco a todos. No me puedo quejar. Me encontré con un montón de gente, que me conocen o no y me trajeron de todo. Tenemos muchísima ropa y zapatillas. Les digo que no me traigan tanto a mi casa porque está todo quemado y hay que terminar de limpiar”. Para concluir, reflexionó: “De mi parte, me pongo bien por mis hijos. Veo que lo material se va a recuperar, no me preocupo por eso, sino porque estamos bien”. “Sé que vamos a salir bien de todo esto”, dijo conmovida.