Trusendi opinó que los medicamentos han mejorado y han salvado a personas que la medicina anterior no lo hacía. Aumentó la calidad de vida, claro ejemplo en casos de insulina y diabetes. Comentó: “Nos sentimos muy agradecidos y muy plenos en poder realizar esta profesión. Nos forman para poder dispensar, producir y distribuir medicamentos. Nuestro objetivo es que toda la cadena de producción pase por manos farmacéuticas. En un mundo tan comercializado hay pequeñas cosas pueden obviarse”. Agregó que su hija menor está en cuarto año de farmacéutica, y se encuentra en un proceso de investigación.