Norma Machado es una donataria que recibió un riñón por parte de su hermana Marisa. Hoy se cumplen cuatro meses desde el 12 de noviembre, día en que se efectuó el trasplante. A partir de la operación, su vida cambió totalmente. Ambas se encuentran felices y llevan una vida saludable. Norma a los 23 años realizó un ecografía de vesícula y cuando fue a buscar el resultado, fue diagnosticada con una “poliquistosis renal”, la cual es una enfermedad hereditaria en donde se forman quistes benignos. Una vez al año se controlaba en Rosario, siempre sus análisis le dieron bien hasta el año 2015. Tuvo que comenzar a cuidarse porque era deportista y se volvió más anémica, como consecuencia tenía que llevar una vida saludable. En aquel momento, no le filtraba la sangre pero si la orina, así que solo tuvo que hacerse el trasplante y no diálisis. Para el mismo, decidió ir al Sanatorio Allende en Córdoba con el Dr. Epelde. Tenía una función del 7% y el INCUCAI aprueba los trasplantes cuando se tiene más de 10%. “Es algo muy sensible porque es un tema familiar muy completo. Yo lo necesitaba y mi hermana no tenía el porqué. Es difícil la situación del que va a recibir”, expresó. Los hermanos son tres, Hugo, Marisa y ella. Marisa forma parte del mismo grupo sanguíneo y para que acepten la donación, tuvieron que hacerse análisis de compatibilidad. Su hermana fue la primera que dijo que lo iba dar. El médico determinó el trasplante el 8 de julio, los análisis demoraron 20 días y una vez que dio positiva la compatibilidad, fue internada para analizar todo su cuerpo. A los 15 días la internaron a su hermana para realizar el mismo análisis. En el sanatorio solo se hacen trasplantes los días martes, por ende querían lograr que llegue al trasplante sin hacer diálisis; además hay una lista en el INCUCAI de personas que lo necesitan con más urgencia. “Encontrar un donante vivo es una bendición y he estado con un montón de gente que está en lista de espera. Todas las personas que tienen una vida saludable pueden tener un riñón. Ojalá todos tengamos el corazón como lo hizo mi hermana ya que pensó en el prójimo”. “Las dos tuvimos una recuperación increíble”. Solo Marisa estuvo un mes sin poder hacer fuerza. Norma estuvo tres días en terapia en aislamiento y el quinto día fue dada de alta al igual que su hermana. A la semana vivieron juntas durante un mes. Hace 15 días Norma empezó el gimnasio y lleva un mes caminando. “Me ayudó que mi hermana era una persona sana”. Actualmente toma 20 medicamentos por día y con el tiempo va a ir cambiando. Finalizó al decir que lo que cambia es el estilo de vida. Con lágrimas en los ojos expresó el amor que siente por su hermana y su gran acto de bondad.