Antes de que ocurra esta pandemia, los recolectores de residuos en un día de trabajo normal, se esmeran para que la ciudad esté limpia y la actividad es coordinada por los encargados. “Siempre tenemos proyectos que separemos a la noche lo que es húmedo y por la mañana todo lo que son comercios”, expresó el recolector Gabriel Ahumada. Ahora han reducido su rutina y solo trabajan los días lunes, miércoles y viernes. Debido a la situación, los trabajadores se higienizan con jabones, detergentes y alcohol para evitar el riesgo. Piden a la población que continúen colaborando con ellos. “Estamos muy sobrecargados. Les pedimos a la gente que no limpie el patio porque a los comercios que un día no se junta, se amontonan muchas bolsas. Nos sentimos bastante comprometidos al no poder cumplir si no podemos recogerle la basura. Tratamos de terminar todo el grupo”. Ahumada destacó que la gente es muy solidaria, les ofrecen agua o los ayudan a cargar cuando hay muchos montículos o basura. “El trato es bueno y nunca tuvimos queja de ningún vecino. A veces paramos a alguno y le decimos qué separar y cómo, nosotros también estamos aprendiendo”. Trabajan con medidas de seguridad a través de guantes anticortes, por si hay algún vidrio o metal que pueda lastimarlos. También (guantes) de hilo o de látex y un barbijo. “Tomamos precauciones cuando agarramos una bolsa, los chicos ya saben cómo alzarlas de la manija porque no sabemos si hay plantas con espinas o una botella rota”.