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Armstrong

Monsalvo: "Si alguien se contagia de coronavirus que no sienta culpa, que no sienta verguenza"

“En 30 años como médico nunca me senté al lado de una cama de un paciente pensando ¿y este qué hizo para enfermarse de esta manera?”, dijo el doctor Edgardo Monsalvo, contagiado de coronavirus en Armstrong.

22-04-2020

El doctor Edgardo Monsalvo, matricula 10730, es médico generalista y de familia, con especialidad del Colegio de Médicos y desde hace años se dedica a la diabetes. La doctora María Fernanda Serrano, matrícula 18077, su pareja, también es médica y trabaja en la planta del SAMCO de Armstrong. Se dedica a la terapia, hace medicina del dolor. Ambos fueron diagnosticados juntos y dieron casos positivos en Armstrong. En diálogo con Cadena Sudeste, Edgardo Monsalvo comentó cómo fue todo el proceso de infección desde principio hasta curarse. Principalmente al ser profesional de la salud, priorizó la empatía que tiene con los pacientes y que esta vez le tocó estar en su lugar. El contagio Acerca de cómo se contagiaron: "Mi pareja (Fernanda) y yo estuvimos con síntomas la noche del 25 de marzo, madrugada del 26. Rápidamente activamos el protocolo, llamamos a la gente del Hospital de Armstrong y todo su personal que actuó muy eficientemente y nos hicimos el hisopado el sábado 28. El lunes ya teníamos los resultados". "Por nuestra profesión y por nuestro interés, hacemos un análisis retrospectivo en busca de una cadena epidemiológica, en la cual uno no puede llegar a todas las certezas y hay suposiciones". Por cómo se dio la situación, el doctor expresó: "Mi hija de 23 años es pareja de un médico traumatólogo del Sanatorio Parque de la ciudad de Rosario. Me encuentro con ella el jueves 19 de marzo, voy a buscarla antes de la cuarentena ya que estaba estudiando. Convivimos mi hija, mi pareja, su hijo de 12 años y yo hasta el sábado". "Comenzó con fiebre el novio de mi hija. El lunes ella tuvo un episodio febril, una mialgia una cefalea retrocular muy importante. Pensamos que podría ser una febrícula o el dengue debido que en Armstrong había sido detectado un caso la semana anterior". "El miércoles le dijeron al novio de mi hija que le hicieron el hisopado y le dio COVID 19 porque había padecido súbitamente anomia, es decir pérdida del olfato". Al otro día, Monsalvo comenzó con mialgias y a tener fiebre. Llamó a la Directora del SAMCO, la Dra Barone y se activó de inmediato el protocolo. Continuaron aislados como ya lo venían haciendo. El día sábado hicieron hisopado tanto a Fernanda como a él. El lunes fueron avisados que dieron positivo. "Pensamos que en la cadena epideomológica comenzó con el contacto con el novio de mi hija, Franco". "Nos sentamos a analizar mucho con mi colega dónde él tomó el contagio. Es muy difícil establecerlo porque en principio se puede pensar que él fue el caso índice y a los dos o tres días, comenzaron a aparecer personas positivas COVID-19 dentro del servicio de traumatología en el Sanatorio". Reacciones La reacciones al ser infectados por coronavirus fueron de distinta magnitud. La familia de cuatro personas lo manifestó así: "Mateo de 12 años no tuvo absolutamente nada; mi hija padeció un episodio febril, mialgia y cefalea retrocular dos días. A los dos días Fernanda tuvo un cuadro de congestión, faringitis, anosmia, sin fiebre. Comenzó con un decaimiento y dolor muscular. En general la fiebre no duró más de una semana". "Empecé con dolores musculares muy importantes; con dorso-lumbargia, debilidad, anomia ,falta de olfato, fiebre entre 38, 38.5 que cada 4 horas se elevaba y no bajaba con paracetamol." "Ellos evolucionaron bien, pero yo luego de 5 o 6 días y ver que no evolucionaba favorablemente mi cuadro, consulto con colegas y me internan en el Sanatorio Británico". Monsalvo estuvo internado 2 días en terapia intensiva y 3 días en la sala de pacientes infectados. "Justo coincidía con la evolución clínica que estaban en el día 6 -7-8-9 y 10. Son esos días que los médicos hablamos se puede torcer la historia. Ese período de alta carga viral, de alta infectividad se puede pasar a lo que se llama la tormenta de citoquinas, donde la enfermedad puede tomar un curso más complicado hacia la insuficiencia respiratoria. Esos días permanecí internado". Su vida en Armstrong Edgardo comenzó a trabajar en Armstrong en el año 1990, nació en Monte Maíz.. Ejerció en el sistema de urgencias durante muchos años. Luego, continuó como planta permanente en el Hospital San José de Cañada de Gómez aunque su consultorio privado siempre estuvo en Armstrong. Perteneció al Comité de Emergencia de COVID-19 donde estaba no sólo la Municipalidad sino en varias entidades intermedias. Expresó: "Si tengo que decir algo es la inmensa gratitud de mensajes de apoyo, afecto, incondicionalidad, incluso gente que hacía mucho no me contactaba. También hay otros mensajes y uno no deja de sorprenderse". Las enseñanzas que les ha dejado el Coronavirus - En un párrafo de Albert Camus, llamado "La Peste", se describe el cólera en 1947 en un país africano y dice: "Lo peor de la peste no es que mata los cuerpos sino que desnuda las almas y ese espectáculo suele ser horroroso." "Creo que esto es un profundo desafío en muchos aspectos. En el caso personal desde lo profesional, tengo muchas preguntas para rastrear desde lo humano y desde lo social. El miedo es una emoción, un sentimiento válido, de supervivencia y absolutamente respetable". La peor cara de la gente - "Lo que no es respetable es la miserabilidad humana, la hipocrecía, la mentira. Personas con quien te cruzás en la calle, compartís espacios de tu ciudad y que escriban en las redes o en la vía pública “a este hay que hacerle una condena social” o “son unos irresponsables”. Mucha gente se prende con esto sin siquiera preguntar", destacó decepcionado. Actuamos a conciencia - "Hoy le podemos decir, actuamos muy rápidamente con muchísima responsabilidad. Podemos decirles que no hemos contagiado a nadie , que estamos en contacto con laboratorios y Universidades para donar plasma, y ver si de alguna manera de lograr una gamaglobulina que sea una opción terapéutica". La etapa que vivimos - "Estamos sobreinformados, intoxicados. Esa gente que te pide que saques el auto estacionado en la calle, cosas que afectan tu derecho. O como aquellas personas que entran en esa contradicción casi enfermiza, que en las redes piden condena social , que te tratan de irresponsables y luego se anotan en un grupo para hacer barbijos para el Hospital. Eso también es un análisis de qué nos pasa como sociedad". "Qué nos pasa en lo cognitivo, en lo racional. Qué les pasa en el corazón, qué les pasa en la conciencia porque estamos hablando de una enfermedad que tiene un 40% de portadores asintomáticos con una altísima contagiosidad. Lo vemos en otros países y de pronto una conducta que nos devuelve a una época tan medieval entonces es inevitable preguntarse quién tiene el virus". "Con el coronavirus más del 80% tiene la opción de curarse, otro 14% que le pase lo que me pasó a mí y el 4 o 5% que le toque lo peor. La gran mayoría se cura". La maldad no tiene cura - "En cambio el que tiene el otro virus, el virus de la maldad no tiene tanta curación. Quizás la curación para mucha gente sea el aislamiento para encontrarse íntimamente con los valores. Con esto no quiero hacer filosofía barata ni moralina, sino para revisar. De estas epidemias la humanidad sale, los que son buenos mejores y lo que son malos peores. Revisar qué los lleva a necesitar hablar de más o buscar victimarios como se hacía en la Edad Media". Es válido el medio aunque la respuesta es ser solidarios - "Cuando nos sometemos a la vulnerabilidad de cualquier tipo sacamos nuestra esencia, aunque podemos usarla para aprender de ella o para dañar. Es válido el miedo aunque la respuesta es ser solidarios. Salimos todos como sociedad y a veces no sabés a quien toca". "En 30 años como médico nunca me senté al lado de una cama de un paciente pensando ¿y este qué hizo para enfermarse de esta manera? Por suerte ese virus no me tocó nunca". "Lo que puedo transmitirles es si alguna persona tiene la mala suerte de contagiarse y contagie o que sea alguien querido, que no sienta culpa, que no sienta vergüenza. Esto es una enfermedad no es una cosa. No sabés quien te lo contagió, podría ser tu hijo asintomático". "Que no se destroce humanamente a ese quebranto físico". La evolución de la enfermedad La semana pasada le hicieron el hisopado y dio negativo. En la mañana de ayer (martes 21) y en dos días estará el resultado. "Clínicamente debería decir que estoy de alta. En otros países como España o Italia con tres días sin fiebre ya vuelven a trabajar, muchas veces sin hacerse la PCR para saber si te curaste, pero tienen mucha necesidad que volver a ejercer". "Yo quiero documentar la negatividad de mi hisopado para poder decir que estoy en condiciones de trabajar. Ya pasó el tiempo suficiente para demostrar que no contagiamos a nadie pero si uno lo puede documentar, mejor". Volver al trabajo con toda la fuerza - "Por supuesto con todas las ganas. Soy una persona que anda por el mundo y trabaja de médico. A veces mi profesión me regala la posibilidad de desnudarse sin quitarse la ropa. Muchas veces nos cuentan cosas muy fuertes". "Cuando uno tiene tantos años empieza a preguntarse, si esa persona con la que estoy fuera mi padre, mi madre, mi hermano, ¿yo que haría? De alguna manera la experiencia te lleva a generar otra empatía". "Muchos de los mensajes fueron hirientes. Es muy duro ver llorar a tus hijos porque ellos saben cómo actuás y cuando leen o escuchan cosas dichas con cierta maldad se quiebran y uno siente mucho dolor por eso". Gratitud por sobre todas las cosas - "Pero la gratitud es tan infinita, los mensajes de solidaridad, afecto, apoyo en un momento difícil son tan importantes. Te rescatan tanto en tus valores, tu humanidad, tu sensibilidad. ¡Cómo no vamos a tener ganas de volver a trabajar! Cómo no vamos a devolver la posibilidad que la vida nos dio de trabajar en esto que es trabajar con el otro". "Muchos pacientes te transmiten cuando ponen el cuerpo a veces te preguntás, ¿Esto era todo? ¿Acá se termina? ¿Tengo ganas? Ahí te haces las mejores preguntas y quizás las mejores respuestas". "La realidad la miramos los humanos desde el punto de vista simbólico, buscamos evidencia para todo y sin embargo lo que nos mueve en la vida es lo intangible. El amor, el miedo, la amistad que no se puede medir y hoy postergamos porque estamos ocupados". "De pronto nos pararon, nos quitaron las supuestas certezas y las supuestas certezas es qué voy a hacer mañana. Esas certezas que eran tan importantes nos las han quitado. Tenemos que aprender otras cosas. ¿Cuánto hace que una familia no esta 4 o 5 horas juntas? Tenemos que charlar, desarrollar la tolerancia". El doctor finalizó: "Creo que esto es algo más que un virus ARN ya la ciencia se ocupará de es. Yo pediría una cadena de oración porque nos estamos contagiando de otro virus, puede ser el virus de la solidaridad o el virus de la miseria. Siento que individual, familiar o socialmente es el desafío".

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