Según Carnicellini, “Todavía viven” se encuentra entre una estética contemporánea y un tema tabú. La muerte, los espíritus, el cementerio. Sigue pasando el tiempo y la sociedad continúa teniéndole el mismo pánico. ¿Por qué no aprender a ver eso como arte? La serie de cuadros muestran cómo esos temores se pueden derribar. Cómo los fantasmas no son tan malos, ni tan feos como durante años se nos contó. Llegado el momento de la muerte, el cuerpo forma parte de una procesión necesaria para hacer el duelo ¿Pero el alma? Sigue allí, realizando actividades que llevaba a cabo en vida, paseando, festejando, viviendo romances, concretando encuentros, y manteniendo la belleza física que cuando nos dejaron.