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Argentina

A 45 años de la Noche de los Lápices

En la noche del 16 al 17 de septiembre de 1976, diez estudiantes secundarios de La Plata fueron secuestrados y torturados en La Plata. Seis de ellos continúan desaparecidos.

16-09-2021

La Noche de los Lápices

La noche del 16 al 17 de septiembre de 1976 la vida de Emilce Moler, estudiante de quinto año de la Escuela de Bellas Artes de la Universidad Nacional de La Plata, de 17 años, cambiaría para siempre.

Lo primero que escuchó fueron los golpes, brutales, en la puerta de su casa, que desatarían una pesadilla que duraría tres años.

Por esos días de septiembre, en una ciudad que se había transformado en un coto de caza para los grupos de tareas de “Circuito Camps”, la dictadura secuestró a diez estudiantes de colegios secundarios de ciudad, militantes de la Unión de Estudiantes Secundarios (UES) y de la Juventud Guevarista, en un hecho que quedó escrito con sangre en la historia argentina reciente como “La noche de los lápices”. 

Por la noche del 16, cuando perpetraron la mayoría de los secuestros.
De los diez secuestrados, María Claudia Falcone, María Clara Ciochini, Horacio Ungaro, Claudio de Acha, Daniel Racero y Francisco Muntaner continúan desaparecidos, mientras que Emilce Moler, Pablo Díaz, Gustavo Calotti y Patricia Miranda fueron finalmente “blanqueados” y quedaron a disposición del Poder Ejecutivo Nacional, como la dictadura catalogaba a los presos políticos sin proceso.


El relato posterior sostiene que fueron secuestrados porque participaban de la lucha por la creación de un boleto estudiantil en la ciudad de La Plata -esas movilizaciones se habían realizado un año antes, en 1975, durante el gobierno de Isabel Perón– pero en realidad estaban “marcados” por la dictadura como “delincuentes subversivos” por sus militancias políticas, que eran muy activas. 

Tenían entre 16 y 18 años. 
A Emilce la llevaron al Centro Clandestino de Detención conocido como el Pozo de Arana, donde se encontró con los otros estudiantes secuestrados. Después fue trasladada al Pozo de Quilmes y a otro Centro Clandestino en Valentín Alsina. En los tres lugares sufrió torturas de todo tipo.

En diciembre los carceleros le dijeron que estaba a disposición del Poder Ejecutivo y en enero la llevaron a la cárcel de Devoto, donde estuvo hasta el 20 de abril de 1978 – el día del cumpleaños de su madre-, cuando salió bajo el régimen de “libertad vigilada”.

Fuente: Infobae

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