Matías Rosso es un abogado de 41 años (MAT 13392). A su vez, Doctor en Derecho y Ciencias Sociales, historiador especializado en codificación penal y docente en las facultades de derecho de la Universidad Nacional de Córdoba, Universidad Católica de Córdoba y Siglo 21

Matías nació en Marcos Juárez e hizo todos sus estudios en FASTA. Estudió derecho y luego hizo posgrado en Italia, además realizó trabajos de investigación siendo estudiante y es autor de un libro.

El abogado visitó nuestros estudios para hablar sobre el caso del joven Fernando Báez Sosa, quien fue asesinado tras la salida de un boliche en Villa Gesell por un grupo de rugbiers, ubicados en Zarate.

Tras tres años desde que se cometió el crimen, la justicia sentenció a cinco de los mismos con cadena perpetua de 35 años y a los otros tres involucrados como partícipes secundarios con una pena de 15 años.

Declaraciones de Rossi al respecto:

“Me recuerda el caso Monzón y que en cada una de las audiencias haya una cadena nacional, no recuerdo un caso tan mediático como este”. Explicó que es uno de los homicidios más documentados de la historia y filmado por los mismos criminales. 

En cuanto a la defensa: “Hubo una o dos familias que pagaron la defensa, no creo que haya sido la mejor estrategia porque hay roles distintos y al tener una sola defensa se unifican esos roles. El abogado no se debe centrar en un solo caso porque tiene siete más que atender”.

“Hubo tres años en el medio que se podría haber humanizado algo y a esos chicos se los guardó”. 

“Al querer calificar como homicidio por riña, si se ha podido demostrar que hubo la pelea en el boliche pero no se sabe cuál es el golpe letal. Sabemos que este chico Thomsen lo pateó a Fernando, lo que no sabemos es si cuando lo pateó, la víctima estaba viva o muerta”. 

Accionar de la justicia

“El tribunal intentó acomodar la sentencia porque había roles pero los tres que no le dieron sentencia de perpetua le dieron la pena más alta que son 15 años como partícipes secundarios, en donde si ellos no estaban el crimen se cometía igual. No es tan común dar penas perpetuas”. 

“En este caso en qué momento coordinaron entre todos cuando fueron algo más de 50 segundos. En cuanto a los tres años del juicio, la justicia actuó bien, el fallo tiene algunos puntos que no están probados, la alevosía si se puede discutir. Los tiempos fueron razonables y no había tanto peligro porque los imputados estaban en prisión”.

El impacto en la sociedad

“No creo que este caso sea un caso bisagra, no ha hecho ese efecto la sentencia va más allá de cumplir un clamor popular porque la gente quería venganza. La gente y los medios no se contentan con la prisión, quieren que sufran entonces eso sí me parece que es bastante peligroso. El sentido de ira ante una injusticia es lógico pero hay que canalizarlo, las redes sociales no ayudan en eso”. 

“Haber instalado que la justicia es solo perpetua es un error porque estos chicos son producto de una sociedad patriarcal, mucha masculinidad donde también la mediatización que tuvo este caso es que la gente empatizó mucho con el chico porque era bueno. Hay que ver qué hubiese sucedido si la víctima no era ese tipo de persona y otra es que los victimarios podríamos haber sido cualquiera”, finalizó.