33 años del Hogar de día Nuestra Alegría: "socialización para prevenir la depresión y el aislamiento en esta etapa de la vida"
“La soledad no elegida no tiene precio”, expresa Carina Augusto, quien dirige este espacio bajo una filosofía integradora, buscando que los adultos mayores se sientan en un segundo hogar.
Carina Augusto
Hogar de Día: Un Refugio para Combatir la Soledad en la Nueva Longevidad
En el marco de la transformación de los cuidados para adultos mayores, el Hogar de Día, dirigido por Carina Augusto, se ha convertido en un espacio fundamental para acompañar y dar soporte a personas mayores de 60 años que enfrentan la soledad.
Carina compartió su visión sobre este proyecto y las actividades que allí se desarrollan para mejorar la calidad de vida de sus residentes.
Un Espacio para la Contención y la Convivencia
El Hogar de Día fue fundado con el propósito de apoyar a adultos mayores que enfrentan dificultades emocionales y económicas, especialmente después de la pandemia de COVID-19, que profundizó el aislamiento social en esta población.
Según Carina, “la mayoría de los que llegan al hogar son personas viudas o solteras, mayores de 60 años”, y el principal objetivo es brindarles un espacio para combatir la soledad, que afecta tanto a quienes la sufren involuntariamente como a aquellos que la eligen.
“La soledad no elegida no tiene precio”, expresa Carina, quien dirige este espacio bajo una filosofía integradora, buscando que los adultos mayores se sientan en un segundo hogar.
Actividades que Fomentan la Alegría y el Bienestar
Una de las claves del éxito del Hogar de Día es la diversidad de talleres y actividades recreativas que se ofrecen, en el marco del Programa de Cultura Comunitaria.
Actualmente, los participantes pueden unirse a talleres de Chicún, Memoria y Gimnasia, que son solo una parte de las actividades que se realizan en este espacio. También hay eventos donde los residentes pueden compartir momentos con niños del Centro de Apoyo al Niño y la Familia, además de celebraciones especiales.
Entre las actividades diarias, Carina destaca el ambiente de alegría y convivencia que han logrado crear en el hogar. “Es música todo el tiempo... cuando pasa algo, música. A ver, el que quiere bailar baila, el que quiere cantar, canta”, comenta con entusiasmo.
Una Rutina que Promueve la Integración Social
El hogar abre sus puertas a las 7 de la mañana, y los adultos mayores comienzan su día con el desayuno, seguido de talleres y un almuerzo antes de regresar a sus hogares al mediodía.
Durante el transcurso de la mañana, además de los talleres, los residentes participan en momentos de conversación y recreo, con música y juegos que crean un clima de compañerismo. Este espacio ha logrado conectar a personas que muchas veces pasaban sus días en soledad:
“Son cinco horas que están charlas que te charlan, y no los puedo interrumpir”, comenta Carina sobre el espíritu de camaradería que reina en el hogar.
El Equipo que Hace Posible Esta Iniciativa
Carina dirige el hogar junto a un equipo de trabajo que incluye a Marina Heredia, auxiliar de cocina, y Estela Taborda, auxiliar de limpieza, quienes colaboran para crear un ambiente cálido y cercano.
Además, cuentan con una acompañante, Evelyn, quien ayuda en los momentos de almuerzo. Con este equipo, Carina ha logrado construir una estructura que va más allá del simple cuidado, convirtiendo al hogar en un lugar de crecimiento personal y emocional para los mayores.
Carina, trabajadora social con 21 años de experiencia, se ha especializado en gerontología comunitaria, lo cual le ha permitido comprender mejor las necesidades emocionales y sociales de los adultos mayores.
Según ella, “todos necesitamos estar con otros... eso hace que uno se aísle, que no tenga ganas de salir”, enfatizando la importancia de la socialización para prevenir la depresión y el aislamiento en esta etapa de la vida.
Una Nueva Visión para la Longevidad
Carina es una firme defensora de la nueva longevidad, un concepto que redefine la vejez como una etapa llena de posibilidades y donde la expectativa de vida se prolonga con buenos hábitos de salud y bienestar emocional.
“Estadísticamente y científicamente está comprobado que vamos a vivir, depende de la calidad de vida que tengamos hoy, más de 100 años”, afirma, subrayando la importancia de mantenerse socialmente activo y rodeado de afecto para vivir una vejez plena y feliz.
La filosofía del hogar se basa en crear una red de apoyo que ayude a los adultos mayores a enfrentar los retos emocionales que surgen con el paso del tiempo.
Carina reconoce que “la soledad, cuando no es elegida, se convierte en una carga”, por lo que su trabajo y el de su equipo se centran en ofrecer compañía y actividades que les permitan a los residentes sentirse plenos y acompañados.
Un Espacio Abierto y Acogedor para Todos
En el Hogar de Día, se recibe a todo adulto mayor sin importar su situación económica o familiar, ya que el único requisito es tener más de 60 años.
Según Carina, la soledad no entiende de bienes materiales, y personas de diferentes situaciones se acercan para disfrutar de las actividades y talleres. Ella destaca que algunos comienzan participando en los talleres y, luego de un tiempo, deciden quedarse a desayunar o a compartir más tiempo en el hogar.
Con 33 años de historia, el Hogar de Día sigue siendo un ejemplo de cómo los espacios de convivencia y contención pueden transformar la vida de las personas mayores, ayudándolas a enfrentar la soledad y dándoles una razón para mantenerse activas y felices.