Elda Moro, nombre reconocido en la ciudad por sus manos mágicas. Desde los 15 años que es peluquera y hasta el día de hoy a sus 79 años ejerce su profesión con pasión. En enero cumplirá 64 años en el rubro y dijo que “si volviera a nacer haría lo mismo”. 

Con tan solo 18 años abrió su peluquería 

Sus padres los dos vinieron de Italia siendo jóvenes. Su abuela tuvo 21 embarazos y había discusiones de pobreza. ”Éramos cuatro hermanas la primera no la conocí porque murió a los 7 años”, aclaró. Tiene dos hijas. 

Elda terminó sus estudios primarios y no siguió la secundaria. “Por eso empecé de joven en la peluquería porque en ese momento no lo podíamos hacer por problemas de salud de una de mis hermanas. Empecé a juntar ruleros y a los dos tres meses puse la peluquería. Me realicé”.

Con su esposo Néstor se conocieron en un carnaval a los 12 años, hoy llevan 55 años casados. 

En cuanto a su trabajo, un hombre le ofreció que venda Loreal y ella no tenía dinero, sin embargo él confió en ella le empezó a vender y le dijo que iba empezar a hacer cursos de la mano de Loreal. A los dos años, su papá le señó donde tenía su bar y ahí tuvo su primera peluquería.

Trabajó con las modelos del momento

Elda ha trabajado con modelos de primer nivel y participó en múltiples eventos y desfiles locales durante años. “Nunca hemos cobrado un peso. Hemos estado en todos los eventos. Teté Coustarot fue la primera modelo que trajeron en Sao Sao”.

“Marcos Juárez ha tenido un crecimiento extraordinario. Por eso he trabajado ad honorem porque soy muy agradecida, hay que dar lo que uno recibió. Voy a Villa Allende por mi hija pero donde yo me siento cómoda es acá”.

La peluquera expresó orgullosa: “Haber logrado lo que yo ansiaba que era tener mi salón. Tengo clientas desde hace 60 años”.
 
Cuatro generaciones de clientas

Actualmente trabaja de 8.30 a 12.30 hs a la tarde lo maneja según los turnos que le soliciten. “Yo si no estoy con la gente no sabría que hacer, es mi vida esa. Mi marido me dice a veces que me canso tanto de hablar en la peluquería que cuando estoy con él no hablo y a él le encanta hablar”.

“Siempre les digo a mis clientas que tengan la plena seguridad de que si uso tal producto, así es. Tengo que agradecerle a las familias enteras de clientes que tengo y espero poder seguir atendiendolas durante mucho tiempo”. 

“Que me haya podido dedicar a mi profesión es un logro grande de mi familia”, finalizó.